En el año 1973, las Blazers eran las mejores y más avanzadas técnicamente zapatillas que se podían ver en una cancha de baloncesto. Llevaban el nombre de los Portland Trail Blazers. George "Iceman" Gervin (San Antonio Spurs), uno de los mejores escoltas de la época, firmó un contrato con Nike y llevó las Blazers hasta el final de su carrera. Gervin era muy conocido por su actitud fría en el juego. De ahí el apodo de "Iceman" que compartían con las Blazers. Las Blazers son zapatillas sencillas con la parte superior completamente de cuero, gran parte de la cual está ocupada por un logotipo gigante del Swoosh. A medida que avanzaban las innovaciones en calzado deportivo, dejaban este modelo muy atrás, y la mayoría de los atletas se pasaban a las adidas o las Jordan. Afortunadamente, las Blazer fueron retomadas por patinadores que les dieron un renacimiento sin el cual caerían en el olvido.